Cinco Pasos Hacia la Transformación
Paso 3: “Quemar” los pensamientos negativos
Nuestros
pensamientos influencian lo que decimos, lo que hacemos y nuestro destino. Es fácil
acostumbrase a tener pensamientos negativos, vivir con ellos y no notar su
presencia. Y podemos aprender de las consecuencias de estos pensamientos
negativos. Sin embargo, debemos saber que podemos seleccionar pensamientos de
un tipo diferente, aquellos que dan un impulso positivo a nuestra vida. Lo que
es realmente importante es saber que tenemos una opción; podemos escoger la calidad
de nuestros pensamientos y las consecuencias de ellos.
Mi madre me
enseñó, a través de su experiencia personal, la diferencia entre dolor y
sufrimiento, y cómo nuestros pensamientos nos afectan. Ella falleció hace 3
años. Su padre murió cuando ella era un bebe sin nunca conocerlo. Y cuando
tenía 13 años de edad tuvo un experiencia traumática al perder también a su
madre; eso fue doloroso. Entonces a temprana edad tuvo que vivir con un
hermano. A lo largo de su vida y como consecuencia del trágico evento ella
sintió que era una víctima. Y debido a los pensamientos negativos conscientes e
inconscientes, ella mantuvo una emoción de sufrimiento. El dolor no se puede
evitar, pero el sufrimiento es una elección personal. No podemos decidir no
tener dolor, pero si podemos elegir no tener sufrimiento. Sufrimos cuando mantenemos
pensamientos negativos conscientes, inconscientes y subconscientes en la mente.
Ya hemos hablado de ellos en el Paso 2, y cómo observarlos alcanzando un estado
de auto-conciencia.
Mi madre en
sus últimos años sufrió una enfermedad mental en la cual ella retrocedió en el
tiempo. En un momento dado ella se comportaba como una mujer mayor, de 83 años,
pero unos meses después parecía una mujer de 25 años, luego se comportaba como
una adolescente, luego como una niña joven y finalmente como un bebe abrazando
su muñeca de trapo en sus últimos momentos de vida. Yo noté el momento preciso
en que ella atravesó de nuevo los 13 años de edad. Un día ella sufría como una víctima,
y al día siguiente ella era una niña feliz; ella regresó en su mente a la edad
de 13 años antes de tener la experiencia de perder a su madre. Falleció en el
estado de un bebe feliz y lleno de paz.
Imagine que
tener pensamientos en nuestra mente es como tener una película grabada con
todos los recuerdos. Tenemos una película que vemos muchas veces. Guardamos
eventos que volvemos a ver, porque así lo queremos, o lo hacemos de manera
inconsciente. Es bueno tener recuerdos y es mejor seleccionar los recuerdos
buenos y deshacernos de los que nos causen sufrimiento. Entonces, ¿cómo podemos
deshacernos de pensamientos negativos? Ya hemos presentado un método en el Paso
2 para cambiar su intensidad (cambiando su color en una imagen en blanco y
negro, mirándolos en una pantalla muy lejana, etc.) También podemos quemarlos.
Quemar
pensamientos negativos es una forma eficiente de transformar nuestra mente. Para
ello necesitamos crear con nuestra imaginación un dispositivo para quemarlos.
Ese puede ser una chimenea o un horno. O puede ser algo más sofisticado, como
el que yo uso, un dispositivo tecnológico avanzado que absorbe y quema
pensamientos negativos. Busque su propio dispositivo de quemado y cámbielo cuando
lo crea conveniente. ¿Cómo se usa? Cuando un pensamiento negativo se hace
presente en nuestra mente, en la forma de una imagen, un sentimiento o un
sonido, simplemente imaginamos que introducimos este pensamiento dentro del dispositivo
de quemado, que lo quema, lo consume y eleva su energía. Por ejemplo, si usted
recuerda una imagen desagradable, no la rechace. Si es muy dolorosa cambie su
intensidad (volviéndola en blanco y negro, o haciéndola borrosa, o haciéndola
más pequeña). Luego imagine que esa imagen se ve en una pantalla que usted dobla
y pone dentro del dispositivo de quemado. Observe cómo se quema y se consume. Cada
vez que ella regrese haga lo mismo. Al hacer esto, las escenas negativas en su
película mental serán descartadas.
En algunos
casos, cuando este recuerdo venga como una emoción fuerte, debemos hacer algo
diferente. Una emoción es como un sentimiento, pero crea una sensación en el cuerpo.
Usted percibe una sensación desagradable en alguna parte específica del cuerpo,
o en una zona amplia o en algunos casos en todo el cuerpo. Si esto pasa, cambie
en su dispositivo de quemado el fuego por una luz fuerte, de color blanco,
azul, rosa o violeta, e imagine que usted se mete dentro de ella. Entonces si
percibe una emoción negativa fuerte, no la rechace, obsérvela y descubra en que
parte de su cuerpo se manifiesta. Respire, cierre sus ojos e imagine que usted
entra en su dispositivo de quemado que ahora tiene luz a cambio de fuego.
Permítale que esa luz limpie la emoción. De manera alterna a su dispositivo de
quemado, usted puede crear en su mente un dispositivo de limpieza. En mi caso
yo uso una cascada de agua en la que cada gota emite luz. Cuando me paro debajo
de esta cascada, el flujo luminoso de agua me limpia.
Si usted se
da cuenta que usted controla su mente y no que ella lo controla a usted, de esta
manera usted modificará sus recuerdos. Tener pensamientos positivos o negativos
en nuestra mente es nuestra elección personal. Observe sus pensamientos, transfórmelos
y quémelos para lograr su transformación interior.
En el
siguiente paso hablaremos de la visualización positiva.